Puede que no haya un mañana, y que mi presente seas tú.
Puede que no me dé cuenta de que realmente te necesito, y simplemente quiero engañarme a mí misma para no seguir haciéndome daño.
Pueden ser tantas cosas las que se me pasan por la cabeza al pensar en tí, que prefiero no hacerlo. Puede que diciéndote todo esto me arrepienta a los tres segundos y te suplique volver a mi lado.
Lo que si te aseguro es que lo que no puede ser es que te pida que lo hagas, mi vida empieza a ser de color y ¿sabes? realmente me gusta todo más así.
Aunque me duela, ya no te quiero.